La psicología infantil se dedica a la atención y tratamiento de niños y adolescentes, brindando herramientas para su desarrollo emocional, conductual y cognitivo. El trabajo se enfoca en la comprensión de las necesidades del niño y en la promoción de su bienestar psicológico y social.

En la práctica clínica, la psicología infantil trabaja no solo con el niño o adolescente, sino también con su entorno familiar, ya que los procesos vinculares y la relación con los padres y familiares son fundamentales para el desarrollo emocional del menor. Así, se brinda apoyo en la comprensión y manejo de situaciones familiares complejas como dificultades de crianza, divorcios, duelos, entre otras.

También incluye la atención y tratamiento de dificultades alimentarias, ansiedad, angustias, miedo, fobias, problemas de conducta, problemas de autoestima, académicos y de aprendizaje, entre otros. Su enfoque es integral y personalizado, buscando adaptarse a las necesidades y particularidades de cada niño y su entorno.